LEYES DE LA ALIMENTACIÓN EQUILIBRADA
LEYES FUNDAMENTALES DE LA ALIMENTACIÓN:
1. LEY DE
LA CANTIDAD
2. LEY DE
LA CALIDAD
3. LEY DE
LA ARMONÍA
4. LEY DE
LA ADECUACIÓN
· Ley de la
cantidad: La cantidad de los alimentos incorporados a través de la
alimentación debe ser suficiente para cubrir las exigencias calóricas (de
energía) del organismo y mantener el equilibrio de su balance.
· Ley de la
calidad: “El plan o régimen de alimentación debe ser completo en su
composición para ofrecer al organismo, todas las sustancias que lo integran” El
organismo es una unidad indivisible biológicamente. El mismo está formado por
tejidos, órganos, células y éstas a su vez por sustancias elementales como:
carbono, hidrógeno, oxígeno, nitrógeno, hierro, calcio, etc. Por lo cual un
plan debe contemplar todos los principios nutritivos, para mantener la
estructura y funcionamiento de cada una de las partes que nos componen como
seres vivos.
·
Ley de la
armonía: “las cantidades de los diversos principios nutritivos que
integran la alimentación deben guardar una relación de proporciones entre sí”.
Los distintos componentes de la alimentación deben ser distribuidos en forma
proporcional: Para mantener la relación armónica en las cantidades de los
macronutrientes actualmente se establece que del aporte calórico diario, los
hidratos de carbono deben cubrir entre el 50 a 60%, las proteínas entre el 10 y
15 % y las grasas entre el 25 y 30%. Toda alimentación que cumple con esta ley
se considera armónica. Si los principios nutritivos no guardan esta
proporcionalidad el régimen es disarmónico.
·
Ley de
adecuación: “la finalidad de la alimentación está supeditada (subordinada) a
su adecuación al organismo. Esta ley engloba 2 aspectos:
a) La finalidad de la alimentación
dependerá de las características biológicas de la persona: En un niño o un adolescente la finalidad de la
alimentación será asegurar el crecimiento y desarrollo. En una embarazada
permitir que la gestación llegue a término y que el recién nacido sea sano. En
la madre que lacta será favorecer la secreción mamaria en cantidad y calidad. En un deportista aumentar su rendimiento
físico en el entrenamiento y la competencia. En una persona que trabaja mantener su
capacidad laboral. En una persona enferma facilitar la curación del proceso
patológico que lo afecta.
b) Contemplando ciertos factores que
influyen en el tipo de alimentación: Su estado nutricional (sobrepeso u
obesidad o delgadez, etc.): si debe descender de peso o aumentar. Los gustos y
hábitos alimentarios. Situación económica-social. Actividad física. En una
persona enferma también se tendrá en cuenta el estado de las funciones del
aparato digestivo en conjunto; los síntomas, características de la enfermedad,
etc.
Las 4 leyes de la alimentación enunciadas son
conexas y concordantes. No puede tenerse en cuenta solo una de ellas porque
todas se complementan. Cuando cumple con las 4 leyes hablamos de Alimentación
Saludable o plan de alimentación normal.
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